Vanina Andreetta es encargada del departamento de género y del fútbol femenino del Quilmes Atlético Club. Desde el inicio de su gestión, se encarga de que el club pueda dictar cursos y talleres de perspectiva de género y nuevas masculinidades para dirigentes, deportistas, empleadas y empleados, socios y socias, y personas allegadas a la institución.
Institucionalizar lo aprendido: la creación de protocolos contra las violencias
El club creó un protocolo de acción y prevención de la violencia y la discriminación basadas en el género, que sienta sus bases en protocolos de otros clubes y en la estrecha colaboración con el departamento de género de la Asociación del Fútbol Argentino y otras instituciones. Este protocolo ofrece una vía de acción administrativa ante situaciones de violencia de género con socias, hinchas, empleadas o deportistas, y también para poder prevenir y asistir a la víctima ante el surgimiento de situaciones que requieran de dicha asistencia. El protocolo tuvo tanto impacto que incluso llegó a los contratos de jugadores de primera división. Efectivamente, los contratos ahora incluyen una cláusula de violencia de género que obliga a los jugadores a atenerse al protocolo para que el club, a través del protocolo, pueda tener una acción directa sobre los contratos en caso de que se interponga una denuncia contra algún jugador por violencia de género.
Este trabajo se hace con varias dificultades, no es tarea sencilla: el ambiente del fútbol está manejado en su totalidad por varones y estos son bastante reticentes a este tipo de cuestiones, claramente porque han sido criados en una sociedad machista, bajo conceptos machistas, que no les permiten ver cuáles son los problemas que deben abordarse y la necesidad de contar con una nueva perspectiva. El diálogo se hace muy difícil.
Hacerle un caño al patriarcado
No obstante, para Vanina, es importante luchar para incluir la perspectiva de género dentro de los clubes porque, más allá del rol deportivo que estos cumplen, son asociaciones civiles y como tales también tienen un rol social; no pueden ser ajenos a las problemáticas que nos afectan en la sociedad en general y a las mujeres en particular. Destaca que los clubes trabajan dentro de la institución con niñas y niños que se involucran en el deporte desde muy temprana edad, entonces, el club se transforma en su segundo hogar y en un lugar de crianza para las infancias. Por tanto, es importante que la perspectiva de género esté incluida en las enseñanzas de todas las personas desde muy jóvenes para empezar a deconstruir el sistema patriarcal. Para el departamento de género del QAC, es importante enseñar con perspectiva de género para lograr un cambio ante el patriarcado.
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